La terapia cognitivo-conductual considera que las personas nacemos con una herencia y un determinado temperamento, con los cuales comenzamos a interactuar con el entorno, aprendiendo pautas de comportamiento, tanto beneficiosas como perjudiciales para sí mismo o para los demás. El término conducta se entiende en un sentido amplio, abarcando conductas visibles, así como pensamientos, sentimientos y emociones.
La terapia psicológica que realizamos en Gabinete CETA actúa sobre dos partes, la parte cognitiva o de los pensamientos y la parte conductual o del comportamiento, produciendo cambios rápidos y duraderos sobre sus emociones. Iniciamos nuestro trabajo con una evaluación o análisis de la problemática personal del paciente que incluye, tanto sus características personales (antecedentes, tipo de sintomatología que presenta, rasgos de personalidad y carácter, situación actual, organicidad, etc.) como las circunstancias vitales en las que se encuentra, así como los recursos interpersonales y sociales con que cuenta y el manejo que se hace de los mismos.
Se valorará, en cada caso, la modalidad de intervención más adecuada para obtener mayor eficacia en el logro de los objetivos marcados en el plan terapéutico de cada paciente. Los objetivos son:
Con todo ello se podrá conseguir que la persona tenga una mayor independencia y pueda solventar solo/a los posibles problemas que puedan aparecer en su vida.
Las sesiones se realizarán semanalmente, excepto en la fase de seguimiento que se irán distanciando. La duración de las sesiones suele estar comprendida entre los 45 y los 60 minutos.
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